DENUNCIAN “ROBO” DE UN AUTO QUE HABRÍAN “INCAUTADO” POR DEUDA

El confuso procedimiento confrontó por momentos a los efectivos que buscaban el vehículo y a quienes habían “retirado” del estacionamiento. El vehículo fue recuperado horas después y se abrió una investigación interna por el caso.

El confuso procedimiento confrontó por momentos a los efectivos que buscaban el vehículo y a quienes habían “retirado” del estacionamiento. El vehículo fue recuperado horas después y se abrió una investigación interna por el caso.

La denuncia por el robo de un automóvil estacionado en pleno centro de la capital correntina causó un gran revuelo policial, luego de que se descubriera que en realidad había sido secuestrado del garaje privado por dos efectivos de la fuerza, ante el reclamo de un hombre de la comunidad gitana que denunció que quien lo manejaba le debía dinero por aquel rodado y habría pedido como “favor personal”, que se concrete aquel operativo. El caso se tornó complejo, ya que no se siguieron los protocolos legales para tal procedimiento y por momentos, se puso a buscar a toda la Policía, un vehículo que había secuestrado la misma fuerza, indicaron fuentes allegadas al caso.

El hecho en cuestión ocurrió alrededor de las 21 del lunes, en un estacionamiento ubicado por calle Mendoza al 1000, donde un hombre, cuya identidad no fue revelada, oriundo de San Cosme, había estacionado su automóvil Toyota Etios y se retiró del lugar. Minutos más tarde, llegaron dos hombres a bordo de una camioneta no identificable, acompañado de un tercero, que se habrían identificado como efectivos policiales ante el playero y le notificaron que harían el “secuestro del vehículo por estar involucrado con un robo”, aunque esta acción habría sucedido sin ninguna orden exhibida al cuidador del estacionamiento, pero al ver las placas, no dudó en entregar las llaves del vehículo.

El tercer ocupante de la camioneta fue quien habría subido al auto “incautado” y junto a los policías en la camioneta se retiraron del lugar.

El problema sucedió un rato después, cuando se presentó al garaje privado quien lo había dejado estacionado en aquella playa céntrica y fue notificado de que dos policías se habían llevado el vehículo. La supuesta víctima llamó al 911 dando aviso que le habían robado el auto y desde ese momento se implantó un operativo cerrojo. Por momentos fue todo confusión, ya que se movilizó a todas las patrullas de la zona a buscar un vehículo que había sido “decomisado” por la propia fuerza, en circunstancias no claras.

Una hora más tarde, comenzó a aclararse la situación cuando surgió el dato que “al parecer el poseedor del Toyota, adeudaría una suma de dinero a la persona que se lo había vendido y este habría echado mano a su relación de amistad con algunos elementos de la fuerza para poder recuperarlo; utilizando para ello una manera sumamente desprolija”, explicó un alto jefe de la fuerza a este medio.

Todos a la comisaría

Todo parece indicar que el incidente quedó aclarado luego de que las partes fueron citadas a la dependencia policial de Delitos Complejos, donde además se le había solicitado que lleven la documentación del automóvil en cuestión. En tanto, el procedimiento policial fue el que quedó bajo la lupa, teniendo en cuenta que no se habría llevado a cabo con denuncia previa y una orden judicial para requisar, ni mucho menos secuestrar el automóvil, tal como lo manda la ley. El vehículo no quedó secuestrado y por el hecho se formalizó una exposición.

Voceros oficiales confirmaron ayer el hecho y, aunque no hicieron alusión al procedimiento que desencadenó semejante revuelo, se sabe que se abrió una investigación interna por el proceder irregular.

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