MUJERES Y HOMBRES HERIDOS EN UNA REYERTA DE FAMILIAS VECINAS

Palos, cuchillos, machetes, botellas de vidrio y piedras fue lo que utilizaron personas que viven a escasa distancia entre sí para agredirse desde hace una semana. Hay tanto denuncias como amenazas cruzadas. Ayer la Policía tuvo que mediar para impedir alguna muerte.

Dos familias del barrio Esperanza, en la zona Sureste de la capital de Corrientes, mantienen una rivalidad que en la última semana explotó de forma sangrienta. Mujeres y hombres resultaron heridos en una “batalla campal” en la que utilizaron machetes, cuchillos, palos, piedras y botellas de vidrio.

La Policía debió intervenir ayer a la madrugada, cuando ambos grupos de personas mantenían una riña de grandes dimensiones en zona del asentamiento, próximo al matadero municipal.

Una mujer embarazada, su vecina, un adolescente, un anciano y otro hombre resultaron con lesiones de diversa consideración, como consecuencia de golpes con objetos contundentes.

En sus respectivas denuncias, ambas partes expusieron estar “amenazadas de muerte” y que en más de una oportunidad solicitaron a las autoridades su intervención antes de que todo termine en una tragedia.

De acuerdo a información conocida por diario época, ayer, a eso de la 0:30, llamados telefónicos al 911 de vecinos desesperados pidieron el envío de policías porque sucedía una pelea en la que, incluso, escucharon detonaciones de un arma de fuego.

Efectivos de la comisaría seccional Decimocuarta y del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada 2 acudieron al escenario del los enfrentamientos.

Entre medio de decenas de personas asistieron a un par de mujeres y a un hombre de avanzada edad, a quien debieron trasladar hacia el Centro de Atención Primaria de la Salud 5 (CAPS 5) del barrio Doctor Montaña, en primera instancia, para luego desde allí ser derivado al Hospital Escuela.

A una joven en estado de gestación socorrieron a causa de una herida en la cabeza producto de “machetazo”, según denunció posteriormente.

“Por suerte el golpe con el machete fue con la parte sin filo”, dijo la damnificada que acusa una inflamación y la marca lineal del golpe con el objeto metálico.

La reyerta fue presenciada por menores de edad, hijos de integrantes de ambas familias que se denunciaron mutuamente.

La presencia policial disipó a los bandos enemistados y llevó algo de calma a un barrio convulsionado.

El conflicto empezó a agravarse desde el inicio de este mes.

El principio de la enemistad estaría relacionada a la tenencia o propiedad de un caballo.

“Patadas”

Gilda Noemí S. hizo mención en su denuncia, caratulada como “lesiones graves”, que dos hombres la rodearon en el patio de su casa adonde entraron sin permiso y comenzaron a pegarle “trompadas y patadas”, mientras en la vereda más contrincantes efectuaron un disparo con el uso de una escopeta.

Según dichos de Gilda, una moto de su propiedad fue “destruida” al igual que el portón de acceso.

A la vez, la mujer afirmó tener miedo por la integridad de su núcleo familiar, principalmente de los hermanos y hermanas menores de edad.

La otra parte

Mariana Haideé M. radicó denuncia de “lesiones graves” en la seccional Decimocuarta, en la cual mencionó algunos detalles de lo que habría pasado ayer a la madrugada.

“Estábamos cenando en la casa de mi hermana junto a mi padre y de la nada los vecinos de al lado empezaron a tirar cascotes”, dijo.

Después del inicio de la contienda, expresó que a su padre, llamado Bernardo, lo golpearon con un palo en distintas partes del cuerpo y a ella la corrieron con una cadena.

“Decían que nos iban a acuchillar y a prender fuego la casa, pasaban mostrando un bidón con nafta. Acudí varias veces a la Policía, pero no tenemos solución”, explicó.

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